Al nombrar la palabra turismo muchos pensaran en vacaciones actividades recreativas, disfrutar del tiempo libre en familia etc. etc…las autoridades provinciales se apresuraran en publicitar sus programas deportivos y culturales y acentuar los logros de la gestión respecto a la atención recibida por los/las veraneantes y no está mal que así sea; pero la siguiente nota no se va a detener en esos detalles superfluos, propagandísticos y lleno de lugares comunes sino que más bien focalizara en aquellos aspectos en los cuales la gestión gubernamental hizo agua y la desatención, negligencia y “olvido” se destacaron como principales características. La intención del presente artículo no reviste de intenciones políticas electoralistas ni tendencias ideológicas de ningún tipo, solo esta empujada por la visión particular de quien escribe, al recorrer por cuenta propia ciertos lugares de la provincia en el pasado mes de enero y particularmente la ciudad balnearia de Las Grutas. Es bien sabido que dicha localidad recibió muchos elogios a comienzos de la temporada y que se la denomino una de las mejores playas del mundo en los principales portales de noticias; que luego se replicó en las redes sociales y eso tampoco está mal. Lo que resulta llamativo es que la villa balnearia en cuestión no ha tenido un plan de infraestructura urbana que pueda contener grandes contingentes de visitantes tanto locales, nacionales o internacionales, no se ha visto planeamiento urbano de ningún tipo, ni se ven puestas en marcha obras publicas de pavimentación, cordones cunetas, playas d estacionamiento y otros menesteres que hacen a la calidad de vida de la población en general, sean turistas o lugareños/as. Lamentablemente la ciudad de Las Grutas vive un total abandono en materia de obra pública y eso no es una característica reciente sino que lleva años de desidia y abandono. La mencionada ciudad marítima ha crecido desproporcionalmente en extensión con respecto al planeamiento urbano y si bien se han proyectado amplios bulevares y nuevos barrios, estos no presentan ni siquiera una pretensión de pavimento ni cordones de hormigón ni nada que se le parezca. Esto lo dicen los propios emprendedores lugareños que a duras penas pueden mantener sus negocios en los rubros hoteleros y gastronómicos; por los aumentos inauditos que se llevaron a cabo en todo el país en lo que concierne a la energía y los servicios, implementados como política de estado por actual gobierno nacional y provincial. Durante la temporada los medios de comunicación regionales y de la provincia, mostraron que el turismo movía cifras siderales. La página oficial del ministerio de turismo informaba que para la primer quincena de febrero la provincia había recaudado algo más de setecientos millones de pesos (700.000.000 $) y que el balneario Las Grutas había recibido más de sesenta mil visitantes con un gasto estimativo de alrededor de mil quinientos pesos per cápita por día. El ministerio de turismo cultura y deportes cuenta de una dirección, una secretaría privada, una coordinación y tres secretarías adjuntas: de turismo, de cultura y de deporte. Datos brindados por el propio sitio; todas estas dependencias tienen responsables a cargo con sus respectivos números de teléfono y direcciones de correo electrónico. Cualquiera de nosotros como ciudadanos tenemos la posibilidad de interpelarlos y preguntarles sobre el destino de esos fondos y de cuestionarlos acerca de este gran interrogante que motivó la presente nota: ¡¿Por qué la villa balnearia de Las Grutas No tiene asfaltada sus calles y bulevares, ni tiene cordones cunetas en las periferias ni plan de infraestructura vial visible DESDE HACE AÑOS?!
Autor: Osorio Augusto
